La reina de los Alpes y del “Valle dei Mocheni” es sin duda la cabra. Antiguamente siempre estaban presentes en las familias. También es muy conocida en los refranes populares, como “Quei popi i salta come caoreti” (aquellos niños saltan como cabritos).
La cabra pertenece al grupo de los Ungulados, mamíferos que se caracterizan por la presencia de zuecos. Al macho se le llama chivo y se diversifica de la hembra por sus grandes cuernos. En cambio, la hembra tiene orejas y cuernos (no siempre los tiene) más pequeños.
LA REALIZACIÓN
Los artefactos que realizo los trabajo pieza por pieza, en cada objeto intento expresar el ánimo salvaje e indomable del animal. La madera que utilizo es antigua e intento usar partes de la madera particularmente coloradas y llenas de nudos, venas y corrosiones debidas al tiempo y a los agentes climáticos como el sol, la lluvia y el viento, para obtener un objeto único que no se puede reproducir.
Cada pieza de madera contiene una parte del alma de la montaña en la que se recoge. Los ojos son principalmente de madera de laburno, lisados y perforados de uno en uno.
La construcción del morro y la barbilla, con un efecto estilizado, da a este animal un gran orgullo. Completan la figura las patas con rodillas exageradamente prósperas y unos grandes zuecos.
La composición del animal puede ser distinta. Se puede tener una única cabra, macho o hembra, o se pueden pedir composiciones mixtas, como por ejemplo: macho con hembra y el número deseado de cabritos.
Además, también se puede personalizar el objeto según quien tenga que recibir el regalo. A cada uno la interpretación y fantasía para que nazcan nuevos personajes.